Artículo publicado en Expansión el Lunes 19 de diciembre de 2016
La nueva
actitud del gobierno, dispuesto a negociar 45 de las 46 demandas, todas excepto
el referéndum, los ha ha desconcertado. El soberanismo ha vivido estos últimos
años de la supuesta agresión de Madrid. La ausencia de diálogo los ha hecho
crecer, y el enfrentamiento mantener la tensión en la sociedad catalana. Por
ello, llevan varios días descolocados.
Pero,
ante la oferta de diálogo del Gobierno, ¿qué
ha hecho el presidente de la Genaralitat?: Convocar el pacto nacional del
derecho a decidir para seguir con el desafío del referéndum, o sea, incidir en
el único punto de los 46 que no es negociable para el gobierno. Porque viven de
lo adjetivo, de la movilización, del enfrentamiento, y olvidan lo sustantivo:
la mayoría de ciudadanos no está a favor de la independencia. No asumir la
oferta de diálogo del gobierno pondrá en evidencia las graves carencias de
Junts Pel Sí y del “procés”. Enrocarse en la celebración de un nuevo referéndum
sería el fin, ya tuvimos un 9N que fracasó, unas elecciones teóricamente
plebiscitarias que también fracasaron, y ahora no pueden acumular un nuevo intento
fallido, con un nuevo referéndum sin ningún apoyo internacional y sin validez
jurídica. Necesitan más ellos un pacto con el Estado, que el Estado con los
independentistas. Un nuevo fracaso es su fin, la tensión que los ha mantenido
vivos hasta ahora va a ser difícil en un entorno de diálogo.
Pero
también el Gobierno debe hacer una importante reflexión, los ciudadanos de
Catalunya, sean o no independentistas, nos hemos sentido en algún momento
maltratados. Es necesario revisar la financiación, establecer una plan
estratégico para mejorar algunos servicios públicos, en definitiva, una nueva
sensibilidad hacia Catalunya. Siempre he mantenido que si el Gobierno de España,
lo es también de Catalunya, debe ser el primero en defender los elementos
básicos de la sociedad catalana. Nunca entendí, la negativa del presidente Aznar
en defender la oficialidad del Catalán en Europa, si era el presidente del
gobierno de todos, y una parte de los Españoles lo hablamos, nos hubiera
gustado que nuestro presidente lo hubiera defendido, además de hablarlo en la
intimidad. Imaginemos que el Gobierno de España pide ante la UE el
reconocimiento del Catalán como lengua oficial, el desconcierto de los
soberanistas sería ya imposible de superar. Ahí está el camino…
Pere Lluís Huguet Tous
Abogado
@perehuguet
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