sábado, 16 de febrero de 2019

Diario de Juicio


Artículo publicado en Diari de Tarragona el 16 de febrero de 2019

Se ha iniciado el esperado juicio y realmente las tres primeras sesiones nos han dado muchas claves de cómo puede continuar la vista oral. De la primera sesión ya pudimos extraer una serie de conclusiones; la primera y fundamental, el absoluto respeto del Tribunal al ejercicio del derecho a la defensa. Ya querríamos, los abogados que ejercemos cada día en los tribunales, la flexibilidad que el Tribunal Supremo ha tenido para con las defensas en sus alegatos en cuanto a vulneraciones de derechos. Y, no solo en el tiempo del que han dispuesto -solo llamó la atención a una letrada cuando ya llevaba más de una hora hablando-, sino en su contenido, no han sido interrumpidos en ningún momento, a pesar de que algunas de sus manifestaciones incluso podían exceder el legítimo derecho a la defensa. Y todas las partes han puesto de manifiesto un exquisito y respetuoso trato entre las mismas. En cuanto al contenido de los alegatos iniciales, poco más podemos decir de lo que profusamente ha explicado la prensa y muchos ciudadanos han visto directamente en la retrasmisión -por cierto, en un ejercicio extraordinario de transparencia-. Era el momento procesal de denunciar posibles vulneraciones de derechos, y así lo hicieron con vehemencia y profesionalidad, más de cara a la opinión pública que para el Tribunal.
También pudimos ver e intuir diferentes estrategias procesales en la defensa de los acusados, desde defensas meramente basadas en cuestiones políticas a defensas muy técnicas y centradas en los contenidos de los tipos por los que han sido acusados Todo ello nos adelantaba lo que, luego en la tercera sesión, surgió y seguiremos viendo en las siguientes, el cómo afrontar los interrogatorios.
La segunda sesión ninguna sorpresa nos deparó, la fiscalía, la abogacía del Estado y la acusación Popular, hicieron su papel desmontando uno a uno los planteamientos de vulneración de derechos efectuados por las defensas.
Así llegamos al tercer día del juicio y para cualquier jurista un día fundamental, todos asistimos a una lección magistral de derecho del Presidente del Tribunal Sr. Marchena. Magistral en abanderar, él mismo, la defensa del derecho a la defensa, aceptando cuestiones planteadas por las defensas que difícilmente en cualquier otro tribunal hubieran sido aceptadas. Pero, y ello es fundamental en este juicio, argumentando sobre la base del derecho Europeo de protección de los derechos fundamentales la denegación de las peticiones de las defensas. En su argumentación el Magistrado Marchena dijo algo que será trascendental en el presente juicio, ya que todos estamos convencidos que terminará en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), y que tiene especial trascendencia ante una de las cuestiones que analizará dicho tribunal: el derecho a un juicio justo. El presidente del tribunal enfatizó en que solo se tendrán en cuenta, para formar la voluntad del Tribunal, únicamente aquellas pruebas que se hayan incorporado al juicio con contradicción, oralidad e inmediación, aplicando así la doctrina de nuestro Tribunal Constitucional pero también la del TEDH. En definitiva, para los no expertos en estas lides: puso el contador a 0 en cuanto a vulneración de derechos fundamentales. Por ello, sea cual sea la sentencia, pondrá muy difícil que exista base jurídica para un recurso ante el TEDH. Y resulta fundamental tener en cuenta que la facultad revisora del TEDH no lo es en cuanto a la existencia o no de ciertos delitos en la condena, sino del cumplimiento y respeto a los derechos fundamentales incluidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos. El jueves Marchena no solo dio una magistral lección de derecho, sino que sentó unas sólidas bases para que la formación de la voluntad del Tribunal tenga -como no puede ser de otra manera- absoluto respeto a la configuración que los tratados internacionales de defensa de los derechos humanos suscritos por España, hacen de dos elementos esenciales, que serán los principales que revisará el TEDH, derecho a la defensa y derecho a un juicio justo.
Posteriormente se inició el interrogatorio de los acusados, y aquí apareció la primera sorpresa, Junqueras se negó a contestar a las preguntas de las acusaciones. Personalmente creo que es un error, cuándo has dicho que deseabas el inicio del juicio para poder explicarte, que es un juicio político, que eres un preso político, etc. Qué mejor que contestar a las preguntas de quien te acusa injustamente, para demostrar tu inocencia y el error de la acusación. Negarse a contestar las preguntas, especialmente las del Ministerio Fiscal, denota cierto miedo al enfrentamiento con la acusación, por mucho que se vista como una cuestión política. Cuando tienes explicaciones a las acusaciones, la estrategia acostumbra a ser someterse a todos los interrogatorios; cuando no tienes explicación posible, es cuando te acoges al legítimo derecho a no declarar. Y precisamente en el interrogatorio del Sr. Forn empezaron a surgir cuestiones que explican quizás la negativa a declarar del Sr. Junqueras, es difícil defender la legalidad del referéndum, cuando habían sido requeridos expresamente, es difícil explicar algunas cuestiones que todos vivimos directamente. 
Para los que creemos en la independencia judicial y en nuestra democracia, vemos el juicio como una oportunidad para demostrar que España es una democracia consolidada, y estas tres sesiones iniciales abren el camino. Sea cual sea la sentencia, no tenga duda Sr. Puigdemont, superaremos el test de estrés.