martes, 27 de febrero de 2018

Herederos del Pujolismo


Artículo publicado en Expansión el 27 de febrero de 2018

Una de las características del Pujolismo fue confundir como un solo concepto, Cataluña, la Generalitat, Convergencia e incluso la familia; era todo uno y además era suyo. Ese concepto ha resurgido con fuerza estos días confundiendo nuevamente lo institucional, lo político y el pueblo de Cataluña. 

El primero fue Ernest Maragall, con su discurso partidista como presidente de edad de la mesa del parlamento, olvidando el cargo institucional que ostentaba simplemente por ser el de mayor edad. El siguiente ha sido el presidente del Parlamento Catalán, el pasado viernes en el acto del Colegio de Abogados de Barcelona, acto dedicado a homenajear a los colegiados que han cumplido años en su ejercicio profesional o han destacado por diversas razones. Torrent convirtió su discurso en una arenga política acusando indirectamente de prevaricar a buena parte del auditorio y perdiendo el sentido de lo institucional, él estaba allí porque representa a todos los catalanes y volvió al Pujolismo más retrógrado, confundiendo su cargo con su partido y sus batallas políticas y judiciales. Ni era el momento ni era el lugar, destrozó lo que debía ser una fiesta de reconocimiento al trabajo.

Por último, la alcaldesa de Barcelona se ha convertido también en heredera y restauradora del Pujolismo, con su actitud de no acudir a la recepción del Jefe del Estado nuevamente pone de manifiesto la confusión entre lo institucional y lo político, ella representa a todos los barceloneses, independentistas o no, de derechas o de izquierdas. Además ha restaurado en Cataluña la medida ambigüedad del Pujolismo, de la que fue un extraordinario maestro el propio Pujol, no voy a la recepción, pero sí a la cena. 

Pero todo ello no tendría mayor importancia si no fuera por el inmenso daño que están haciendo a Cataluña y a España. Se imaginan la cara de las delegaciones de casi todos los grandes Colegios de Abogados de Europa presentes en el de Barcelona, cuando escucharon al presidente del Parlamento decir lo que dijo. Se imaginan la cara de los diferentes invitados de todo el Mundo, a la recepción del Jefe del Estado, cuando no vean a la máxima autoridad de Barcelona. Luego queremos ser influyentes en Europa y que el MWC se mantenga en Barcelona. Solo los países con poca o ninguna tradición democrática confunden lo institucional con los partidos o el posicionamiento partidista, y precisamente esa es una de sus características, la confusión de lo de “todos” con lo “nuestro”.

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