Artículo publicado en Expansión el 18 de octubre de 2017
Se imaginan al presidente Rajoy en
animada tertulia con el expresidente Aznar y con algún importante periodista
cercano al PP, y receptor de importantes subvenciones del gobierno, dentro del
hemiciclo del Congreso de los Diputados?, y ¿que las cámaras de televisión lo
captaran y retransmitieran? A buen seguro que el escándalo mediático sería mayúsculo.
Pues bien, todos pudimos ver al
president Puigdemont y al expresident Mas, debatiendo dentro del hemiciclo del
Parlament con el periodista Antoni Bassas, en la sesión en la que se proclamó o
no, la independencia de Catalunya; ya se, no era durante la sesión
parlamentaria, ¿pero se lo imaginan a la inversa?
¿Se imaginan que, ante la crisis
institucional del pasado día 1 de octubre, y en el Palacio de la Moncloa, se
reuniera el gobierno en pleno, y que el ex presidente Aznar y los presidentes
de importantes asociaciones en defensa de la unidad de España, estuvieran
también en el propio Palacio, dando su parecer, siendo éste tomado en
consideración?. El escándalo sería mayúsculo. Pues bien, el programa 30 Minuts
de TV3 nos regaló toda una serie de imágenes en las que, los presidentes de la
ANC y Omnium Cultural, junto con el expresidente Mas, estaban en el Palau de la
Generalitat, participando en la gestión de la situación producida por la
celebración del referéndum, junto al gobierno de la Generalitat, es más hasta
debatían el contenido del discurso del President.
¿Se imaginan al Teniente General de
la Guardia Civil al cargo de las operaciones de ésta, de paella campera con el
presiente del Gobierno y con políticos y periodistas afines al PP?, seguro que
seria nuevamente un escándalo, y el titular en la prensa haría referencia a
que, quien debe investigar la Gürtel está de paella con los miembros del PP.
Pues la vanidad de la periodista Sra. Rahola nos sirvió las imágenes del Mayor
Trapero, de paella creo que playera, con el presidente de la Generalitat y
otros miembros afines al “procés”, ¿entienden entonces porque casi todas las
operaciones contra la corrupción en Catalunya las gestiona la Guardia Civil o
la Policia Nacional, y no los Mossos desde hace años?
Y así podríamos continuar. Parece
que existen dos varas de medir diferentes entre lo que hace el Gobierno del
Estado y lo que hace la Generalitat de Catalunya, al primero se le exige -como
debe ser- absoluto respeto a la legalidad y a la separación de poderes, al
segundo se le permite cualquier devaneo injustificable con los principios del
estado de derecho, el “procés” lo justifica todo. Por ello, ya no nos sorprende
que la pasada semana se publicara en el Diario Oficial la constitución de una
comisión que investigará “las actuaciones del Gobierno del estado, de la fiscalía, del
poder judicial y de las fuerzas y cuerpos de seguridad, con el objetivo de
aclarar los hechos y evitar la impunidad de los órganos y las personas que sean
responsables de los mismos.” Y
para mayor perplejidad, los miembros de dicha comisión serán nombrados “a dedo”
por el gobierno de la Generalitat. Quien ha diseñado esta comisión, y quien ha
aprobado su constitución, desconoce los más elementales principios de cualquier
estado democrático, quiebra de manera absoluta la división de poderes, es un
atentado inaudito, en una democracia, contra la independencia del Poder
Judicial, y sustrae la función de control del gobierno al parlamento, para
otorgarlo a una comisión designada por el propio ejecutivo.
Y lo ocurrido el pasado día 10 en el
Parlament es otra demostración de que el respeto a la ley y al estado de
derecho han desaparecido de entre los principios de quienes rigen el Gobierno
de Catalunya. Se presentan los resultados del referéndum ilegal por quien no
debería hacerlo, ya que la suspendida ley del referéndum establece que debe ser
la desaparecida Sindicatura Electoral. Se declara o no la independencia, el
propio president pide al Parlament -literal- que suspenda la declaración, no se
vota nada, y se entiende declarada y suspendida a la vez. Después, fuera de la
sesión parlamentaria, se firma un documento por los diputados de la mayoría
independentista que quiere representar una supuesta declaración de independencia
sin eficacia o valor jurídico, inaudito.
Me preocupa la situación actual de
Catalunya, como catalán no creo que la independencia nos traiga una Catalunya
más próspera o mejor, pero aun más me preocupa como ciudadano la deriva hacia
la creación de un nuevo Estado en el que desaparezca la división de poderes, y
por lo tanto el Estado de derecho y la democracia.
Pere Lluís Huguet Tous
Advocat
@perehuguet